Primavera querida, que
resurges tímidamente, tras el crudo invierno. En tu presencia, el sol calienta
y a tu amparo, todas las criaturas se despiertan de su largo letargo.
Primavera esperada, que
con tu alegre llegada, nos ofreces ligeras lluvias de agua sagrada, que
revitalizan la tierra ajada, permitiendo que en su seno, brote la vida, ya
olvidada.
Primavera añorada, que
retornas la esperanza a los hombres y cubres con tu manto de colores, las
villas, los pueblos y las ciudades.
Primavera deseada, que
sin otro propósito que el de hacer tu camino, pasas por la tierra para
favorecer la siembra y que la naturaleza divina, renueve el ciclo de la vida.
Primavera preciada, que
gracias a ti la vida cobra significado, por tu calidez y tu llamada a despertar
los sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario