Sin ser consciente, a mí alrededor se congregaron una multitud de personas, personas que me eran familiares… Aturdida, veía en sus caras una mezcla de sorpresa y preocupación. Aun confusa, buscaba en mi cabeza el porqué de aquella situación.
No recordaba nada de lo que había pasado… nada.
De pronto, acudieron imágenes inconexas a mi recuerdo…Un prado verde lleno de flores, risas, sol…el día en que aprendí a patinar… el momento en que abrazaba a mi pequeña perrita Nina…el primer beso con Sergio, el amor de mi vida…el día que nació mi hijo Aithor… Y a todo ello unido, una sensación de calidez y bien estar, al sentir que aquellos momentos se repetían vívidamente.
Me encanta!!!! La forma en que le das forma la los sentimientos que muchos ven como cotidianos!
ResponderEliminarGracias por tus palabras de apoyo, los sentimientos mas profundos forman parte de la mas sencilla cotidianidad
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