Carne de mi carne, sangre
de mi sangre, que del amor y el vínculo eterno fuiste concebido... Por ese tiempo
que creciste en mi seno, llenándome de sensaciones y de sentimientos que jamás
había abrigado…
Sensaciones que me producían vértigo, por que sabia que serias
un guerrero. De casta le viene al galgo, que por tus venas corre sangre de un
luchador que volvió de la muerte, por que así lo había decidido…
Cuando llegaste a este
mundo colmaste de felicidad nuestro hogar, que se convirtió en un universo completo.
La vida nos dio la luz, para poder verte crecer, lleno de fuerza e inteligencia
que sin duda arde dentro de tu ser y si no se contamina, tu, tesoro mio,
durante toda tu existencia sabrás recorrer el camino, sin miedo al anochecer.
Tienes dentro de ti la fortaleza
necesaria, solo te hace falta la motivación, esa querido mio, será puesta en tu
camino y tu instinto te dirá, que sendero deberás tomar para alcanzar la
felicidad. Pero recuerda: Las riendas de tu destino, no debes descuidar, no
dejes de llevarlas con firmeza, que si le camino es pedregoso, eres tu
quien deberá franquearlo, a veces sin tiempo de pensarlo, a veces con prorroga
y retardo.
Si eres noble y tus
principios te procuran desvelos, eso te recordara que eres humano. Sin
preceptos, reglas y máximas no hay cabida para el respeto y eso es lo único que
atesoramos… tener conciencia y honor, es lo que distingue a los cabales de los mezquinos…
Recuérdalo siempre, querido.
Por la licencia, que me concede ser parte de tu
carne y de tu sangre y ese vinculo que nos une, como un hilo de seda,
transparente y dúctil, déjame que te quiera por siempre, para siempre y confía
en el futuro como yo lo deseo, para ti, mi ser tierno, y no te dejes nunca
vencer por la apatía, que esa, esa, prenda mía es la peor de las
desdichas…
amen..precioso post, felicidades
ResponderEliminarGracias por leerme!
EliminarAmo ese vínculo, Natalia...quizá porque nunca lo he sentido. No hay relación más estrecha,ni más profunda que la de una madre con su hijo...aunque detesto la religión,siempre tengo la imagen de María con su hijo Jesús...en sus brazos después de ser salvajemente torturado y crucificado. Esa imagen me persigue.Transmite todo el amor que no se puede definir con palabras.Un amor que se siente en miradas,en gestos...en la vida...y en la muerte. Felicidades por tu sinceridad reflejada en letras, por tu intensidad. Es un placer leerte.
ResponderEliminarJavier.-
Gracias a ti por tu comentario que me despierta mucha ternura. Es una sensación muy dulce. Gracias
EliminarGracias Natalia, un verdadero placer... y Bello....Gracias...Adryc.
ResponderEliminarGracias por tu tiempo y tu consideración ;-)
Eliminarsolo una madre amorosa podía haber hecho una poesía tan hermosa
ResponderEliminarQue hermosa eres! gracias ;-)
ResponderEliminar